Un equipo sanitario necesariamente debe contar con la figura del DUE en su composición. La naturaleza de esta figura le hace ser integrador del equipo, pero en el ámbito de la Patología Laboral, el papel del DUE es si cabe aún mayor.
A su actividad habitual en el campo de la atención primaria, encaminada a la promoción de la salud, a la asistencia de la enfermedad y a la minimización del impacto social, en Patología Laboral el DUE tiene además una papel principal en la gestión.
Por supuesto en la gestión sanitaria y de farmacia, controlando stocks, administrando correctamente la pauta prescrita, sirviendo de contacto directo y nexo de unión entre la asistencia en consulta y domicilio,... pero también en la gestión propia de la Incapacidad Temporal, tanto de las contingencias comunes como profesionales.
En el accidente de trabajo y enfermedad profesional, debería intervenir como eje del tratamiento y recuperación del paciente, como integrador de las distintas valoraciones de medicina especializada, atención primaria, pruebas diagnósticas y tratamientos de rehabilitación, y también como nexo de unión entre la propia Mutua de Accidentes y la Empresa del paciente, valorando el impacto de la reincorporación y minimizando posibles riesgos de recaídas. El paciente debería ver en el DUE, por encima incluso del médico responsable de su caso en la Mutua, el interlocutor válido de su proceso con todas las partes implicadas en la recuperación de sus dolencias y en la recuperación funcional y reincorporación laboral.
En la contingencia común su papel es si cabe aún mayor, ya que a lo anteriormente expuesto se suma su capacidad para poder trasladar ante las Inspecciones Médicas los informes que propongan el alta o la incapacidad de un determinado proceso, y la comunicación fluida con los equipos de atención primaria responsables últimos en esta contingencia del paciente.
Por tanto el papel del DUE sigue siendo un campo por explotar, por desarrollar dentro de la Patología Laboral, y por supuesto un interesante tema a discutir entre todos los agentes implicados en la gestión de nuestros pacientes.
A su actividad habitual en el campo de la atención primaria, encaminada a la promoción de la salud, a la asistencia de la enfermedad y a la minimización del impacto social, en Patología Laboral el DUE tiene además una papel principal en la gestión.
Por supuesto en la gestión sanitaria y de farmacia, controlando stocks, administrando correctamente la pauta prescrita, sirviendo de contacto directo y nexo de unión entre la asistencia en consulta y domicilio,... pero también en la gestión propia de la Incapacidad Temporal, tanto de las contingencias comunes como profesionales.
En el accidente de trabajo y enfermedad profesional, debería intervenir como eje del tratamiento y recuperación del paciente, como integrador de las distintas valoraciones de medicina especializada, atención primaria, pruebas diagnósticas y tratamientos de rehabilitación, y también como nexo de unión entre la propia Mutua de Accidentes y la Empresa del paciente, valorando el impacto de la reincorporación y minimizando posibles riesgos de recaídas. El paciente debería ver en el DUE, por encima incluso del médico responsable de su caso en la Mutua, el interlocutor válido de su proceso con todas las partes implicadas en la recuperación de sus dolencias y en la recuperación funcional y reincorporación laboral.
En la contingencia común su papel es si cabe aún mayor, ya que a lo anteriormente expuesto se suma su capacidad para poder trasladar ante las Inspecciones Médicas los informes que propongan el alta o la incapacidad de un determinado proceso, y la comunicación fluida con los equipos de atención primaria responsables últimos en esta contingencia del paciente.
Por tanto el papel del DUE sigue siendo un campo por explotar, por desarrollar dentro de la Patología Laboral, y por supuesto un interesante tema a discutir entre todos los agentes implicados en la gestión de nuestros pacientes.
El pronóstico de un accidente de trabajo o enfermedad profesional es una decisión de importante, "graves", consecuencias. De dicho pronóstico se extraen posibles investigaciones de las autoridades laborales y servicios de prevención que trabajarán en pro de la disminución de la probabilidad de que se repita otro hecho igual.
Pero, ¿es lógico que sea el médico el responsable de catalogar el pronóstico de un accidente?. Dependiendo de a quién le preguntemos, y de en qué momento lo hagamos, posiblemente las respuestas serán muy diferentes.
Es lógico que el médico responsable del caso quiera catalogar el pronóstico de las dolencias de su paciente. Es lógico que este pronóstico de un clínico, esté basado en la evaluación clínica de las posibles consecuencias de dichas dolencias. Habitualmente esta es una respuesta lógica a la cuestión del pronóstico, sin embargo existen muchas combinaciones posibles que hacen de esta valoración un parámetro poco válido para establecer la necesidad o no de una investigación de las medidas de prevención existentes en el momento del accidente.
No es infrecuente la existencia de accidentes ocurridos sin las adecuadas medidas de prevención, y que sin embargo no ocasionan lesiones de relevancia clínica, por lo que estaríamos hablando de un accidente leve catalogado por quien hoy en día es el responsable, el médico, pero grave desde el punto de vista del incumplimiento de las medidas adecuadas de prevención en riesgos laborales. De la misma forma son habituales accidentes en los que las medidas de prevención y protección hacia los trabajadores son correctas, y que sin embargo a pesar de las mismas ocasionan lesiones importantes susceptibles de ser catalogadas como graves.
El debate se amplia en el momento en el que la definición de grave o leve no está generalizada entre los sanitarios de la Patología Laboral, y cada uno adopta métodos varios para valorar el pronóstico de sus pacientes: desde métodos subjetivos basados en su propia experiencia, hasta diferentes definiciones publicadas en la literatura médica.
El BOE que regula la emisión de los partes de baja médica dicta sólo la necesidad de catalogar el proceso como leve o grave, pero no define estas dos posibilidades.
De toda esta situación se extraen dos cuestiones claves cuya resolución ayudaría a este proceso:
1. Estandarización de las definiciones de Leve y Grave
2. Diferenciación de un pronóstico médico y un pronóstico preventivo
Para la primera de las cuestiones, a través de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo o de las Sociedades de Médicos de Mutuas de Accidentes de Trabajo, deben trasladarse a la comunidad sanitaria indicaciones que lleven a un estandar utilizable por todos. Desde estas líneas me permito proponer una que entiendo como muy válida por medir aspectos fundamentales en el devenir de las consecuencias de un accidente de trabajo:
Leve: las lesiones no comprometen la vida del paciente y a priori es improbable que ocasionen lesiones permanentes invalidantes de forma total para su trabajo habitual
Grave: las lesiones comprometen la vida del paciente o por su naturaleza es probable que ocasionen futuras secuelas que invaliden al paciente de forma total para su trabajo habitual.
En cuanto a la segunda cuestión, la solución pasa por una modificación de la norma que pueda regular este aspecto y que a partir del pronóstico preventivo, o incluso de su combinación con el médico, se puedan sacar las conclusiones adecuadas de cara a aplicar mejoras en las medidas preventivas y en los casos de incumplimiento se puedan ejecutar políticas sancionadoras.
La grave levedad, o la leve gravedad de un accidente sigue siendo motivo de controversia, en el diálogo está la única opción de acuerdo.
Pero, ¿es lógico que sea el médico el responsable de catalogar el pronóstico de un accidente?. Dependiendo de a quién le preguntemos, y de en qué momento lo hagamos, posiblemente las respuestas serán muy diferentes.
Es lógico que el médico responsable del caso quiera catalogar el pronóstico de las dolencias de su paciente. Es lógico que este pronóstico de un clínico, esté basado en la evaluación clínica de las posibles consecuencias de dichas dolencias. Habitualmente esta es una respuesta lógica a la cuestión del pronóstico, sin embargo existen muchas combinaciones posibles que hacen de esta valoración un parámetro poco válido para establecer la necesidad o no de una investigación de las medidas de prevención existentes en el momento del accidente.
No es infrecuente la existencia de accidentes ocurridos sin las adecuadas medidas de prevención, y que sin embargo no ocasionan lesiones de relevancia clínica, por lo que estaríamos hablando de un accidente leve catalogado por quien hoy en día es el responsable, el médico, pero grave desde el punto de vista del incumplimiento de las medidas adecuadas de prevención en riesgos laborales. De la misma forma son habituales accidentes en los que las medidas de prevención y protección hacia los trabajadores son correctas, y que sin embargo a pesar de las mismas ocasionan lesiones importantes susceptibles de ser catalogadas como graves.
El debate se amplia en el momento en el que la definición de grave o leve no está generalizada entre los sanitarios de la Patología Laboral, y cada uno adopta métodos varios para valorar el pronóstico de sus pacientes: desde métodos subjetivos basados en su propia experiencia, hasta diferentes definiciones publicadas en la literatura médica.
El BOE que regula la emisión de los partes de baja médica dicta sólo la necesidad de catalogar el proceso como leve o grave, pero no define estas dos posibilidades.
De toda esta situación se extraen dos cuestiones claves cuya resolución ayudaría a este proceso:
1. Estandarización de las definiciones de Leve y Grave
2. Diferenciación de un pronóstico médico y un pronóstico preventivo
Para la primera de las cuestiones, a través de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo o de las Sociedades de Médicos de Mutuas de Accidentes de Trabajo, deben trasladarse a la comunidad sanitaria indicaciones que lleven a un estandar utilizable por todos. Desde estas líneas me permito proponer una que entiendo como muy válida por medir aspectos fundamentales en el devenir de las consecuencias de un accidente de trabajo:
Leve: las lesiones no comprometen la vida del paciente y a priori es improbable que ocasionen lesiones permanentes invalidantes de forma total para su trabajo habitual
Grave: las lesiones comprometen la vida del paciente o por su naturaleza es probable que ocasionen futuras secuelas que invaliden al paciente de forma total para su trabajo habitual.
En cuanto a la segunda cuestión, la solución pasa por una modificación de la norma que pueda regular este aspecto y que a partir del pronóstico preventivo, o incluso de su combinación con el médico, se puedan sacar las conclusiones adecuadas de cara a aplicar mejoras en las medidas preventivas y en los casos de incumplimiento se puedan ejecutar políticas sancionadoras.
La grave levedad, o la leve gravedad de un accidente sigue siendo motivo de controversia, en el diálogo está la única opción de acuerdo.
Hola a todos, hoy, 12 de abril de 2009, nace este blog, el que quiere ser el blog de los Sanitarios Especialistas en Patología Laboral.
Pretende ser el foro de expresión de todos aquellos que desarrollan su actividad en el ámbito de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social Española. Sanitarios que dedican sus esfuerzos en realizar una medicina de calidad y una gestión profesional de las prestaciones económicas que derivan del tratamiento de sus pacientes.
Son muchos los aspectos que abarca esta "especialidad" de la medicina, no sólo estrictamente médicos (traumatología, neurocirugía, radiología, atención primaria, biomecánica aplicada,...), sino también aspectos de gestión sanitaria (control del gasto farmacéutico, control del gasto asistencial, gestión de las prestaciones por incapacidad temporal y permanente,...), y no sólo afectando al colectivo médico sino que también, y con un peso específico importantísimo, al colectivo de enfermería y fisioterapeutas.
Está claro que se hace necesario un lugar de consulta, un foro de expresión, una ventana abierta al conocimiento compartido, un vínculo de unión, un espacio para el reconocimiento de esta "especialidad" de vital importancia en el mantenimiento del sistema actual de la Seguridad Social Española.
Esperamos que sea todo esto y más, mucho más, todo aquello que los lectores quieran.
Bienvenidos
Pretende ser el foro de expresión de todos aquellos que desarrollan su actividad en el ámbito de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social Española. Sanitarios que dedican sus esfuerzos en realizar una medicina de calidad y una gestión profesional de las prestaciones económicas que derivan del tratamiento de sus pacientes.
Son muchos los aspectos que abarca esta "especialidad" de la medicina, no sólo estrictamente médicos (traumatología, neurocirugía, radiología, atención primaria, biomecánica aplicada,...), sino también aspectos de gestión sanitaria (control del gasto farmacéutico, control del gasto asistencial, gestión de las prestaciones por incapacidad temporal y permanente,...), y no sólo afectando al colectivo médico sino que también, y con un peso específico importantísimo, al colectivo de enfermería y fisioterapeutas.
Está claro que se hace necesario un lugar de consulta, un foro de expresión, una ventana abierta al conocimiento compartido, un vínculo de unión, un espacio para el reconocimiento de esta "especialidad" de vital importancia en el mantenimiento del sistema actual de la Seguridad Social Española.
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